Ayer me quede dormida temprano y con la tele encendida. Hoy a las seis y media me desperté y transmitían la competencia de clavados sincronizados donde participaban Tatiana Ortiz y Paola Espinoza, emocionada como ellas por su logro me dispuse a leer, eran las siete de la mañana. Estaba por abrir El Banquete, pero en la pila de libros de la mesa sobresale La Vida Nueva (Yeni Hayat) de Orhan Pamuk, así que decidí empezarlo. Leí dos capítulos y llore feliz. Es su propio debate entre este mundo y el mundo que se empezó a crear a sus 22 años, es la vida nueva que escogió porque de repente le dejo de ser conocido lo conocido. Dos lectoras me comentaron que no las engancha esta novela así que quiero recomendarles leer primero La Maleta de mi Padre, después Estambul, después Me Llamo Rojo y entonces retomar La Vida Nueva. A mi con estos dos capítulos me tiene Pamuk otra vez en su mundo, pues "quería huir de todo aquello que me hacia ser yo" y "desde el principio había notado que el libro estaba escrito para mi". Esta experiencia literaria me provoca un delirio consciente, le temo a mi soledad, pero ya encontré la manera de compartirla: recorriendo el camino de Pamuk al revés, leyendo en retrospectiva de su ultimo libro al primero... deliras conmigo?
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