domingo, 31 de mayo de 2009

sábado, 30 de mayo de 2009

LOS ÉPSILON

Tenemos unos meses conformados, con mucha determinación y humor hemos conseguido ir fluyendo junto con el centro RGS, me siento muy complacida trabaj-ando con ustedes... hay aventuras que son inimaginables, no?

miércoles, 27 de mayo de 2009

Arte Urbano: un espacio multicultural llamado El 13 Lunas


Monterrey, N.L. / Mayo 23.-


El ajetreo de la ciudad aturde, la rapidez y el acelere hacen que el día perezca más rápido mientras que el estrés desgasta de manera lenta pero segura. Cuando parece que ya no queda nada que alegre se presenta brillante, ecléctico, inspirador, fugaz: el arte.

Arte urbano lo llaman algunos, otros le dicen simplemente callejero, a veces lo confunden con grafitti siendo para algunos otros tan sólo garabatos en las paredes.

El street art aparece a mediados de los 90 como hijo del grafitti, esta técnica engloba el trabajo de artistas de todas las edades que apoyados por plantillas, carteles, calcomanías y pintura plasman en el corazón de su entorno las ideas y sentimientos que caracterizan a la vida cotidiana.

Monterrey es un importante centro cultural cuna de activistas que a través de eventos y acciones han contribuido a crear consciencia cuestionando nuestra realidad social.

Todo aquél que haya visitado nuestra ciudad ha sido testigo visual de ello. Ya que un claro ejemplo son esas paredes que gritan ante los ojos: ¡Acción poética! Leyendas impresas en fondos blancos que cautivan a través de frases cortas cómo: “Que mi alma no descanse si de amar se trata” o “Somos Instantes” esparcidas por toda la ciudad cautivando la atención por instantes y provocando sonrisas a veces la primera del día.

Es el corazón de nuestra ciudad en donde se suelen encontrar la mayor parte de las expresiones urbanas, siendo uno de los principales recintos de arte urbano una casa antigua ubicada en la calle Abasolo de Barrio Antiguo lugar conocido por aquellos amantes de las tardes apacibles como El café 13 Lunas.

Un espacio multicultural

Una tarde de verano del año pasado, nos encontramos casualmente al hacer una sesión de fotos de arte urbano en las calles de Barrio Antiguo, con un cartel hecho a mano colgado a un lado de una guitarra y sobre unas rejas verdes, este decía: “Café 13 Luna. Espacio gastronómico multicultural”.

Por curiosidad decidimos entrar claro, cámara en mano. La entrada es un pequeño espacio de aproximadamente un metro que conduce por un pasillo al principio semi oscuro, un cuadro gigante del perfil de un gnomo es quién te da la bienvenida, al recorrerlo te encuentras con manualidades hechas por corcholatas o lo que antaño era basura. Finalmente el pasillo desemboca en un amplio patio adornado por una bicicleta suspendida por cables, libélulas hechas de papel y viejos aparatos de televisión y donde mesas de plástico acompañadas de sillas que no hacen juego esperan que los nuevos clientes se acomoden para ordenar.

Tan sorprendente era el lugar que no nos dimos cuenta a simple vista de las 4 habitaciones y de la terraza en la parte alta que comprendían la extraña arquitectura de aquella casa. Pasada la sorpresa y al ver que todavía no se habían percatado de nuestra presencia decidimos entrar.

Una multitud de colores y dibujos salían de las paredes. En la primera habitación sirenas exclaman el nombre de “ 13 Lunas” y con miradas sugestivas, señalan la barra de la cocina.

Un Jim Morrison con una pequeña nota en papel azul que dice: “Estaba chavo, se me hizo fácil” es lo primero que salta a la vista.

En la segunda habitación un gran estante de libros y dibujos de ballenas en las paredes te guiñan el ojo, los muebles son antiguos sofás y cojines que comparten la relación de la diversidad de colores.

La tercera habitación tiene una gran ventana que da a la calle, alumbrada por el sol y por una guitarra adecuada como lámpara, todo el lugar se encuentra tapizado de fotos, dibujos y esculturas.

Café más crepas más terraza igual a magia

Un joven alto con acento argentino da la bienvenida, un –hola- acompañado de una sonrisa terminan por enamorarnos locamente del lugar. Sin lugar a dudas una de las características peculiares es la comida. El joven nos invita a sentarnos y rápidamente nos entrega dos menús hechos de cartón y escritos a mano. El movimiento slow es el concepto de la cocina. ¿Realmente es necesario vivir tan acelerado?, ¿Porqué no dejar que sea la vida lo que nos marque su propio ritmo? Son las preguntas que acompañan la explicación de la “comida lenta”, el menú se basa en crepas, cafés y bebidas inventadas al paso de los años por quienes han visitado el lugar.

Dulce, Carli, Jorge “El rojo” e Hiroshi son quienes se encuentran al frente del lugar, al empezar a bombardear con preguntas curiosas al chico que no atendió, exclamó tímidamente –habla con Dulce-, quién tuviera originalmente la idea del lugar.

“Este lugar nació en la primavera del 2004 y se ha ido formando por la influencia colectiva, personas que vienen al café y contribuyen dejando fotos, libros, música: el café ha subsistido en armonía gracias al ambiente de cooperación y respeto que existe entre nosotros”.

Dulce explica que los dibujos que adornan las paredes fueron contribuciones que empezaron “cuando una chica argentina pintó la primera mariposa, después Neto, Felicia, Mena y Cesar han hecho de nuestras paredes arte”.

13 Lunas, calendario maya

El nombre del lugar obedece al misticismo maya. Viene de uno del conocido cómo Tzolkin un calendario basado en el movimiento de la luna, ella con sus cuatro fases de 7 días de duración cada una conforman un movimiento armónico de 28 días por luna, lo que hace un total de 13 lunas por año o 364 días de rotación de la tierra en su órbita, dejando un día llamado día fuera del tiempo o día verde.

Este calendario o sincronizador galáctico es siempre eterno y su forma o plantilla es una estructura armónica que representa el tiempo natural, utilizando este calendario acompañamos a la naturaleza en su flujo evolutivo y ella nos acompaña a nosotros.

Recicla!

La preocupación por la naturaleza y el cuidado de ella es uno de los temas importantes en el arte del 13 Lunas, del respeto por ella viene este nombre, es así como por las habitaciones del café te encuentras con mensajes que promueven el reciclaje y la adopción de plantas. Todo el lugar es culto al reciclaje.

Los visitantes y la música

“Vienen personas de todas partes, la semana pasada estuvieron aquí unos chicos de un programa de tele de Baja California”, la voz sobre nuestro café y nosotros ya se ha esparcido por toda la república, dice con orgullo Dulce. Es así como jóvenes desfilan por el café, algunos para buscando tranquilidad para leer un libro, otros en grupo. Esta tarde entraron dos chicos, viajeros, inmigrantes de paso buscando apoyo y unas palabras de aliento.

La música del lugar que va desde sones sudamericanos hasta notas de Led Zeppelin y Jim Morrison impregnan el lugar y marcan la pauta de la atmosfera, el tiempo sin sentirlo pasa y cae la noche, nos cuesta trabajo dejar el lugar para volver a sumergirnos en la realidad de nuestras vidas aceleradas.

Sin embargo queda el consuelo del descubrimiento de un rincón donde el arte y las crepas, te reaniman y te alientan a seguir.

Urbano en Monterrey: Google Maps

Finalmente el arte no se limita a un lugar o a una calle, se encuentra difundido en cada pensamiento y en cada acción que realizamos a diario, si te interesa conocer más acerca de este movimiento, es recomendable visitar el blog, Perdida en el súper, Issa Villarreal y la fotógrafa Paola se han dedicado desde mediados del 2008 a recorrer las calles y a entrevistar a los artistas.

Puedes encontrar en Google Map, los registros de este arte que estas jóvenes han hecho. HYPERLINK "http://issa.nmty.org/arte-urbano-mty/mapa.html" http://issa.nmty.org/arte-urbano-mty/mapa.html. Así como artículos en la publicación “La Roca”, de Monterrey.

REDACCION: Artículo elaborado por Rebeca Turriza, estudiante de LMI del Tec de Monterrey, para la clase de Géneros Periodísticos Informativos. Fotos: Cindy Lozano.

domingo, 24 de mayo de 2009

FUCHO + FINALES DE CAMPEONATO


Para Chente, Chino, Moises, Alfredo, Alexis, José y Gustavo

Hay sucesos que son irracionales. Esta semana que ya se anuncia, tendrá la magia del fucho. Magia como la que activó ayer Darío Verón cuando en el minuto 89 rebotó el balón en la red de la portería que defendía Villalpando y provocó la victoria de Pumas, generando desde su cancha una energía que me llegó hasta San Nicolás.
Yo amo el fútbol como dice el anuncio de televisión. He pasado tardes de lluvia en las gradas de un estadio protegiéndome con un plástico viendo un partido. Mi papá me enseñó como hacerlo en el Tecnológico, donde fui bautizada en la religión del soccer, y años más adelante me confirmé como hincha de Tigres en su templo el Volcán. Hoy mientras batía la mezcla para hot cakes mi primera preocupación del día fue ¿A que hora empieza el juego?
Estas últimas semanas han sido magníficas, de hecho estamos en racha. No se que va a pasar, pero si Indios llega a la final será un acto que no tendría explicación, sería magia pura, un acto que, como pocas cosas en el mundo, el fútbol nos puede proporcionar.
Cuando la pelota está en el pasto puede pasar todo: perder, ganar, empatar. El fútbol abate el tiempo, un minuto puede ser eterno o insignificante; derrota al espacio, no hay distancias cortas ni largas; reta al asombro, puedes acertar al palo de la portería o dejar de ganar partidos por circunstancias inexplicables.
El Barcelona y el Manchester United se disputan la final de la Champions Legue el miércoles, así que espero ver a Messi alzar la copa y celebrar con mis amigos argentinos por haber engendrado al mejor jugador que hay hoy en día y por vivir el fútbol como lo sienten. Si en esta realidad no sucede esto, al menos en otra ya paso: en el Winning el miércoles pasado Moisés con su Barcelona de Eto'o e Iniesta le gano a Chancli 7-2.
Amigos Pumas les auguro un buen final de temporada, y estoy tirando a ponerme la camiseta universitaria si los de Chihuahua se regresan a Juarez sin ganar. Pero aunque no se si vayamos a ver juntos el partido, pues sospecho que tanto Chente como Chino, tiene como cábala ver sin compañia los juegos, seguramente con la misma ropa y sentados en la misma silla (cosa que como aficionada entiendo perfecto) estaremos en sintonía para sucumbir ante la pasión el próximo domingo que la final se juegue.
Y creo que aunque viviré entusiasmada estos encuentros tengo envidia de participar como espectadora y no con la camista 12 puesta.
Tigres necesitamos magia, aunque sea de último minuto...

sábado, 23 de mayo de 2009

LA INDEPE


De lunes a viernes voy a la Indepe desde hace poco más de nueve meses, pues ahí está ubicado el Cubo, el taller de LeNoir & Asociados en donde he colaborado en algunos de sus proyectos arquitectónicos, por lo que la colonia se me ha vuelto más y más cercana con cada recorrido que hago en sus calles. Diana me pidió hace algunos días desde Argentina, que le tomara unas panorámicas de la Loma Larga para trabajar con ellas en la investigación que está desarrollando en Buenos Aires, así que prendí la cámara y desde arriba del micra hice algunas fotos con resultados inesperados... agradezco a las cuatro patrullas y a sus policías ocupantes que me cortaron el camino y el asombro de constatar que existe una colonia dentro de la colonia con ametralladoras, encapuchados, violencia, narcotráfico, hambre, pero y sobre todo música -saludos Celso Piña- y arte, Banksy se embriagaría con esta fachada-graffiti. Lo más interesante es que esa otra ciudad, la que negamos constantemente, comienza a decirse en calles que no están en su territorio, como el domingo pasado, cuando a media tarde y con mucha potencia se manifestó con un graffiteo del paso a desnivel de Constitución y Cuauhtemoc convocado por medio de un Fotolog. Definitivamente seguimos sin diálogo, negándonos los unos a los otros, pues dos días después cuando me dirigía a fotografiar las paredes intervenidas, encontré a igual número de trabajadores de Servicios Públicos de Monterrey, cubriéndolas con pintura color gris, y aquí, señores, no pasó nada.

"El mundo es tanto lo manifestado como lo no manifestado. El mundo es tanto lo que es como lo que no es", Alejandro Jodorowsky.




http://www.banksy.co.uk/


lunes, 11 de mayo de 2009

EN AUTO

Estacionaste el auto en la acera del parque. Muy cerca de donde por primera vez dentro de otro auto me tocaste casi hasta el amanecer, después de tu aburrida y familiar fiesta de cumpleaños. Recorrimos kilómetros andando en ese auto que te prestaban para acercarme a mi casa, cuando a dos cuadras y media de llegar a ella apagaste el motor y te prendiste de mí. Siempre en momentos importantes estuvimos adentro de un auto, así que estaba feliz cuando te estacionaste en la acera del parque. Sin voltearme a ver comenzaste un monólogo sobre lo que sentías y sobre acciones que habías hecho. Yo te escuchaba feliz, sin escucharte, sintiéndome adentro de un auto contigo. Como en aquel estacionamiento donde quedamos de frente a un muro de block aparente, después de que me buscaste en la facultad y en otro monólogo me dijiste que ya no soportabas que otros me vieran y me tocaran y que jugaran conmigo, que estabas celoso. Ahí empecé a construirte, con latidos que, por una razón que sigo buscando, te dedicaba. Hablaste después de estacionarte en la acera del parque, de lo que te significaba, de quien soy y lo que te había dado sin reservas desde hacia tanto tiempo, para ser exactos desde que comenzamos a subirnos y viajar juntos en auto. Conducías por grandes avenidas con mi mano sobre la tuya que tomaba la palanca de cambios. Así fue para mí, esperar tus movimientos para el cambio de velocidad. Tus frenazos, vueltas a la izquierda, altos totales, arrancones. Y tus estacionadas. Nunca llegué a mi casa sin tus huellas digitales en el cuerpo que me dejabas impregnadas junto con tu olor en mi nariz. Embriagada me bajaba del auto. Viendo el parque me decías que algunas veces después de salirme de tu auto no ibas inmediatamente de regreso a tu casa. Yo, después de bajarme, subía a mi recámara y recordaba lo que había pasado contigo, como nos habíamos bañado en la regadera de tu casa, me había secado sobre tu cama y juntos en una erótica atmósfera fuimos a ver Toy Story en el Río 70. No me imaginaba que podrías querer más después de mí, cuando manejabas solo a los ojos de los demás, pero acompañado de mi lengua que te recorrió rincones salados y dulces. Vivía en un cielo azul claro, contigo. La lluvia empezó un día de invierno que no podías pasar a buscarme a la estación del metro, pues no tenías el auto, así que tomé el primero que estuvo dispuesto a recogerme, era un Tsuru pintado de verde con blanco, que enfiló a mi casa. Me bajé y después de subir a mi cama no tenía recuerdos que recordar. Fue entonces que me diste, junto a la acera del parque, recuerdos de ese día que bajo la misma lluvia que me mojaba, manejaste para dirigirte hacia otra, sin saber, según tú porque, recuerdos que me golpeaban mientras simultáneamente pensaba en los vidrios del auto que habíamos empañado la nublada madrugada anterior a esa lluvia, cuando nos salimos del retorno de un paso a desnivel de la carretera hacia un baldío, en el que estacionaste el auto bajo un árbol que lo cubría, y me senté sobre ti en el asiento trasero vigilando si alguien se acercaba. La acera desapareció, el parque desapareció, el auto desapareció, yo desaparecí, solo tu voz fuerte, clara y potente me construía con palabras, a mi esto ya no me importa, no sé desde hace cuanto. A mí si, pero dije que no, y no quería estar más en autos estacionados, ya no podrías llevarme, ni traerme, ni subirme, ni bajarme. Así que te pedí que encendieras la marcha y sin preguntarme condujiste hasta atravesar las cortinas de la cochera del motel, donde me tuviste por última vez enamorada de ti, descargando en mí, tus lágrimas, tu semen, tu culpa, tu sudor, tu silencio, tu amor. Me hiciste un recorrido final y me bajé. Los viajes no fueron más contigo, nunca hemos estado en auto otra vez.