viernes, 14 de marzo de 2008

Confesiones de una adicta arquitectonica

Creo que la vida es impredecible, no entiendo hoy como es que estoy en este punto ni a donde voy. Lo único que sé es que las personas que me han acompañado y están conmigo son fundamentales. La prioridad numero uno para mi es la arquitectura y todo lo relacionado con ella. Las clases que imparto son mi oxigeno y razón de ser en muchos sentidos. En primer lugar es un asunto de ética y la canalización de mi deseo y amor del saber. La enseñanza no es por encargo, es la posibilidad de hacer una crítica a la realidad de la anti enseñanza que actualmente es la norma, y a la mala calidad de los enseñantes. Me interesa "encender el fuego en las almas", como diría George Steiner, así que este trabajo es una libertad que me doy. Por otra parte esta mi propia alma encendida por la pasión por la arquitectura que intento formalizarla por medio de un doctorado en la UNAM sobre una “curiosa” investigación que hago sobre lo islámico, otro sueño más, que alimento a ratos, y que es la continuidad de mi formación académica de maestría. Este compromiso es constante y continuo, sin tregua, desde hace mucho tiempo, por lo que el avance esta en razón de las posibilidades que me brindan mis actividades cotidianas. Y ahí es donde viene lo bueno, desde hace tiempo pretendo ejercer con personas que compartan conmigo el interés por la arquitectura, siento que definitivamente el nivel académico que tengo afecta profundamente mi visión del mundo, a veces pienso que para mal, no logro entusiasmarme con proyectos alternos al mío, y si me preocupa, bueno en realidad me preocupa y a la vez no, porque yo tengo clarísimo mi camino en la disciplina. Cuando pienso en las posibilidades que me ofrece la arquitectura me doy cuenta del lugar privilegiado en el que estoy, porque hoy sé que mi curiosidad arquitectónica no lo voy a poder concluir en esta vida, es demasiado compleja, tengo tela para entretenerme y me sobra, no se como sea para los demás arquitectos, pero yo tengo una emoción desbordada por lo que hago. Para mi es un modo de vida, no podía hacer otra cosa y afortunadamente puedo mantenerme de esto. Creo en las relaciones de igual a igual. Así que estoy aquí en este proyecto para trabajar con iguales, en círculos de personas que tienen la capacidad para abordar un proyecto con una visión académica y ética, más allá de lo que ganemos en términos económicos. Las ganancias que busco son siempre intangibles y muy ambiciosas. Como cualquier ciudadana estoy en formación arquitectónica desde que nací. Fui a la universidad por 8 años y no estoy satisfecha, aunque durante ese tiempo estalló en mí un entusiasmo que exploro día a día. Me atrevo a insistir en la postulación al doctorado en la UNAM porque tengo la paciencia de obsesionarme, la resistencia de los arrebatadores de libertad, el compromiso de hacer desde donde estoy parada el esfuerzo para tener una postura, porque tengo esperanza en mi, porque mi idea de arquitectura esta incompleta, porque no puedo ser normal y gerenciar proyectos y administrar obras, ni ser mercenaria y vender mis ideas en planos, porque tengo dudas y miedos que me definen, porque visite la Alhambra en soledad a los 22 años y me hablo. En muchos sentidos me he construido hasta hoy, he entendido el mundo a través de la arquitectura, pero no quiero que sea el único recurso, me inquietan muchas cosas e intento abordarlas con “optimismo conflictivo”, no quiero que me salven ni salvar, me son necesarias la incertidumbre y la tristeza, me agrada la idea de confesar así que mi compromiso es dejar por escrito el pensamiento y si se me pide ser más específica el pensamiento arquitectónico, aquí se intercepta la literatura, el ejercicio de autoconocimiento que me seduce insistentemente. Cuando en días como hoy el mundo me parece ajeno, es decir, que transito en el tiempo con ligereza y seguridad, vislumbro difusa la idea de la escritura. Me gusta entender la arquitectura como acto confesional colectivo, pero a la vez me frustra la concesión que se tiene que hacer para llevarla a la materialidad. En mi imaginación la construcción se hace libre y sin conflictos, se ensaya, se edifica o se tira. Sera que el egoísmo que me invade es provocado por el ego que no me permite aceptar por celos o envidia ideas ajenas? La escritura entonces aparece como el acto de la soledad donde las concesiones las tengo que hacer conmigo, no con el otro.

penélope, adicta arquitectónica tratando de evitar el exceso sin lograrlo.

El restaurante QUICK

Con Bono de acompañante transcurre el viaje en tren de París a Barcelona, muy tranquilo, estoy sentada junto a una chica que no habla mas que francés y a duras penas pudimos explicarnos que yo necesitaba un lugar y que el que esta junto a ella está libre. No pensé que todo esto se concretaría, aún creo que estoy en un encantador sueño en Monterrey, mi casa que está lejísimos, no logro siquiera imaginar cuanto, no extraño, no he tenido tiempo. Ayer viendo las esculturas de Rodin pensaba en su genialidad, la composición del cuerpo, el erotismo, imagino que el escándalo que fue. Me impresionó Fugit Love, en mármol blanco, estupendamente terminada, lisa, suave, curva, y el jardín de las esculturas. El pensador lo habita, enorme, verde, velado por setos. Pero en fin, quiero escribir sobre otra cosa, la arquitectura, que me persigue desde hace unos años, bueno siempre ha estado ahí, desde que jugaba “a la casita” con sábanas, horquillas y mecates. La apreciaba ayer sentada en el restaurante QUICK, de comida rápida, hacia frío y llovía por la tarde en París, toda mojada entré y me reconfortaron los 20 grados centígrados, el techo impermeabilizado y la luz blanca artificial. En su momento, mi casa, la oficina y otros edificios que uso me han hecho inconscientemente feliz, silenciosos me ayudan a vivir, no importa su composición, todos ayudan, cooperan, facilitan, son importantísimos, a grado tal de que hacemos distinciones por el hecho de no tener casa, llamando vagabundos a quienes viven en la arquitectura pública y no tienen un lugar que les signifique a excepción de la banqueta o las estaciones de metro. Los edificios son los objetos que más utilizamos. Mas que los autos, las computadoras, los televisores, las ipod, los nintendos, los teléfonos, los celulares, las palms. Es posible vivir sin todos estos objetos, pero difícilmente lo haríamos sin la arquitectura.

penélope, viajera de tiempo completo

Alhambra

Creo que la posibilidad de conocer la Alhambra comenzó en la ciudad de Córdoba, España, cuando iba en un colectivo hacia la estación de trenes, a abordar el que iba para Sevilla. Me llamó la atención una chica que subió al camión porque viajaba con una maleta de ruedas, yo venía extasiada de la Mezquita después de varias horas de recorrerla y tratando de capturar la ciudad, un poco triste de no poder conocerla mas a fondo. Llegamos al final del recorrido y me senté a esperar el tren, estaba ansiosa por llegar a Sevilla y conocer lo que tanto he imaginado. Así pues, después del viaje llegue a un albergue para registrarme y dejar mis cosas. Entre a la habitación designada y me sorprendí mucho al ver una maleta idéntica a la que traía la chica en Córdoba sobre una de las tres camas que había. Después de instalarme salí a caminar por los alrededores, para descubrir Sevilla. Cuando regresé al albergue mis compañeras estaban en la habitación, al abrir la puerta vi dos chicas blancas con toda la finta de no hablar nada de español y me decepcioné pues solo había "platicado" con una irlandesa en un malísimo inglés, ni modo, pensé. Afortunadamente una de ella comenzó a saludarme en español, inmediatamente nos reconocimos, era la misma chica que abordó el colectivo en Córdoba, así que nos sentimos identificadas desde el principio. Era argentina y viajaba hacia un mes por toda Europa, casualmente venia de Granada, conoció la Alhambra y me contó que era un paraíso, las colinas, el edificio y la ciudad formaban un gran conjunto que la impresionó. Me dio todas las señas e indicaciones para llegar después de que le compartí el deseo de conocerla. Una noche antes estaba inquieta e incrédula de poder conocerla, me forcé a dormí pues tenia que levantarme temprano para salir. Tome el autobús a Granada entre las nueve y diez de la mañana, hacia Sol y estaba lleno de personas, no obstante no compartí asiento, por lo que me dormí recorriendo el camino. Cuando nos acercábamos a la estación no me convencía la ciudad, era demasiado ordinaria para lo que esperaba. La central, un edificio moderno con rampas eléctricas, me decepcionó un poco más, pues esperaba el romanticismo de los edificios antiguos y la atmósfera mudéjar en todo su esplendor. En información lo mas solicitado era el paseo de la Alhambra, pregunte como llegar junto con otras personas, era sencillo, dos camiones y estaríamos en la taquilla, me dirigí hacia la salida y atravesándola camine hasta la parada del colectivo, espere dos minutos y abordé el camión que se iba hacia el centro para ahí poder transbordar y llegar al sitio. Conforme avanzaba el colectivo la ciudad empezaba a interesarme, mostraba sus primeros edificios, los que quería ver, estupendos ejemplos de construcciones anticipaban lo que podía esperar del lugar al que me dirigía, así que emocionada me baje de vehículo y ahí estaba, a unos minutos de la entrada, al sueno que he tenido durante casi 6 años, pero había que esperar el transporte pues todo el camino era de subida hacia el mejor sitio que tiene la ciudad, la colina roja. Chinos, alemanes, franceses, una mexicana todos con el mismo deseo. Las ciudades ajenas son tan emocionantes, el caos que se vive es intenso y diverso, todos los personajes con lo propio, la llamada de dos minutos que aumenta la tensión en medio de una calle congestionada y con el semáforo en ámbar precautorio, una turista impresionada con expresiones arquitectónicas de hace más de 500 años, un chofer de colectivo ansioso por rebasar a otros choferes y sus vehículos. Y ahí estaba, en medio del caos cotidiano de otros.

penélope, otra que viajaba.

Any day now, I shall be released

"Siempre he pensado que Dylan era un farsante. Desde luego no es un muchachito que canta canciones líricas. Es un oportunista que quiere hacer carrera y sabe muy bien donde va. Además, es un hipócrita. Nunca he comprendido porqué le gusta a la gente, no sabe cantar"
(Truman Capote)

"Dylan ha escrito canciones que tocan lugares de la mente a los que nadie antes había llegado"
(Jerry Garcia)

"Es un pozo sin fondo. Aun tiene mucho que decir"
(Lou Reed)

"Hay un hueco generacional, porque los chavales de veinte años no tienen Bobdylanes de veinte años"
(Joaquín Sabina)

"Si Elvis liberó mi cuerpo, Dylan liberó mi mente"
(Bruce Springsteen)

"Bob Dylan es como Einstein. Como un disparo divino"
(Kris Kristofferson)

"Las canciones están ahí. Tienen una existencia propia, y lo único que esperan es a que alguien las escriba"

"Una canción es una experiencia: no hay necesidad de entender las palabras para entender la experiencia. Intentar entender el significado completo de las palabras puede destruir el sentimiento de la experiencia como un todo"

"Cuando yo muera, la gente va a interpretar todo de mis canciones. Van a interpretar hasta la última puñetera coma. Ellos no saben lo que significan las canciones. Mierda, ni yo mismo sé lo que significan"

"¿Que cómo son mis canciones? Pues mire, tengo canciones de cinco, de seis, de siete, de ocho, y aunque usted no se lo crea, hasta de diez minutos"

"Lo que más puedo esperar es cantar lo que pienso, y quizás evocar algo en los demás. No me insultes diciéndome que soy una persona con mensaje. Mis canciones no son más que un diálogo conmigo mismo"

"¿Sabes? todas mis canciones podían estar mejor escritas. Esto es algo que me preocupaba antes, pero ya ha dejado de preocuparme. Nada es perfecto, y por eso no tengo por qué esperar que yo sea perfecto"

"Mis canciones solían tratar sobre lo que sentía y veía. Mis otras canciones, como mínimo, trataban sobre la nada. Las más recientes tratan sobre la misma nada, sólo que vista desde dentro de algo más grande, que quizás se llame ninguna parte"

"Las canciones son justamente pensamientos. Por un momento paran el tiempo. Escuchar una canción es escuchar algunos pensamientos"

"Yo no tengo esperanzas de futuro y solo espero tener suficientes botas para cambiarme"

"Las canciones me llegan cuanto mas aislado estoy en el espacio y en el tiempo"

"Todavía no he escrito nada que me haga dejar de escribir. No he llegado al lugar al que llegó Rimbaud cuando decidió dejar de escribir y se fue a vender armas a África"
(Robert "Bob Dylan" Allen Zimmerman)

La informática me acerco a ti. Ganaste premios, saliste en la TV, me entere de Love and Thief que lanzaste el 11 de septiembre de 2001, empezamos una historia auditiva con formalidad. Casi 50 discos desde el 62 en el que lanzaste el primero. La poesía, la rebeldía, la protesta, transitaron por tus canciones y por mi mente. La oportunidad de la cercanía apareció a principios del 2008 cuando se anuncio tu visita. Todo fue extraordinario, desde la fecha bisiesta del 29 de febrero, hasta mi llegada inesperada al evento. Decidí ir a verte 30 minutos antes de que iniciaras la música, me subí al auto, maneje a la arena, no había trafico, algo muy extraño para un viernes en la noche, me estacione sin problema, camine a la taquilla, compre un boleto, entre, una cerveza en la mano me acompaño, pues nadie quiso ir a escuchar al viejito que cobra caro. Pero lo vales, no hay mejor compañía que la poesía, que explore contigo durante la hora y media que simplemente tocaste, sin saludos, sin escenario, sin efectos especiales, armado con música, con letras, con ideas, con canciones de diez minutos perfectas y envolventes. Con los ojos cerrados me concentraba en los acordes, los arpegios, el violín, tu teclado y esa voz inconfundible con la que expresas tanto. El espacio de la arena se transformo por completo, se sentía una atención absoluta a lo que construías en el escenario con tu banda como el arquitecto más asertivo con tus botas negras, pantalones vaqueros y sombrero, la imagen de un cowboy que titula Modern Times a su ultima entrega. Reconocí la entrada de Like a Rolling Stone y no lo creía, hay cosas que piensas que nunca te van a pasar en la vida y ese fue mi primer pensamiento: esto NO esta pasando! Un sueño cumplido, impecable, justo como lo imagine. Me merezco un poeta como tú, a veces los sueños se hacen realidad es cuestión de ir a su encuentro y sentir que estas tocando las puertas del cielo.

Envuelta en ti, everybody must get stoned
Penélope dylan

INVITADA OCUPANDO CON PALABRAS TU ESPACIO VIRTUAL

Coincidimos por primera vez en el segundo piso del cubo, creo que los Killers sonaban en el espacio, tenia trabajando unos meses ahí igual que yo, pero supongo que nos estábamos midiendo desde la distancia, porque nos saludábamos sin curiosidad y de costado hasta octubre. Un día comimos en conjunto con un grupo de personas, otro hablamos de Radiohead, otro nos agregamos al messenger, otro discutimos sobre Rem Koolhaas, otro le grabe Ronroco de Santaolalla, otro nos desvelamos trabajando, otro jugamos winning, otro vimos Lost in Translation, otro toco mi guitarra mientras fumaba Marlboros y tomaba Coca Cola, otro comimos tacos en la madrugada, otro le hable de AMLO, otro fuimos a ver Luz Silenciosa, otro nos sentamos en la terraza a ver la noche, otro me confeso sus inquietudes, otro le confesé las mías. Un día se fue de Monterrey y ayer me invito a escribir en su blog.

Con distancia pero cerca,
penélope pamuk

Casa Gilardi