
Les presento a Patricia y a su padre. En un momento medianamente lejano de mi vida coincidí con
Iñigo, es una persona maravillosa, que me retaba con sus ideas. Tuvimos conversaciones inolvidables, compartimos sueños de vida, cigarros y cervezas, paseamos por la playa de
Mazunte, fuimos al estadio Universitario a ver a sus Pumas y mis Tigres y vendimos
sueteres en el medio tiempo, manejamos juntos por la carretera-sierra de
Pochutla hacia
Oaxaca, nadamos en el Pacifico y lo vi
asolearse el trasero [actividad que recomienda enormemente] en la Bahía de
Chahué mientras me contaba como el mar se había tragado a unos turistas ancianos con todo y su autobús. Siempre me aconsejaba que fuera libre, que fuera a ver los cocodrilos a la selva
oaxaqueña, que nadara desnuda en el mar y no siendo suficiente, me lleno con su energía durante esa temporada juntos. Ahora esta lejos de mi, en las islas Canarias, en
Lanzarote, trabajando su sueño, en el que vive su hija, un lugar que quiero conocer muy pronto para llenar mi tanque de reserva.
Te quiero, te llevaste mi cabeza y me dejaste el sombrero, me dejaste la ceniza y te llevaste el cenicero [...ayuda
Calamaro!]. Acabo de recibir tu correo con las fotos recientes de tu hija, gracias por empezarme el sabado.....

Desde la carretera Miguel Alemán donde veo sin ti el anuncio de
McDonalds, penélope
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