miércoles, 27 de mayo de 2009

Arte Urbano: un espacio multicultural llamado El 13 Lunas


Monterrey, N.L. / Mayo 23.-


El ajetreo de la ciudad aturde, la rapidez y el acelere hacen que el día perezca más rápido mientras que el estrés desgasta de manera lenta pero segura. Cuando parece que ya no queda nada que alegre se presenta brillante, ecléctico, inspirador, fugaz: el arte.

Arte urbano lo llaman algunos, otros le dicen simplemente callejero, a veces lo confunden con grafitti siendo para algunos otros tan sólo garabatos en las paredes.

El street art aparece a mediados de los 90 como hijo del grafitti, esta técnica engloba el trabajo de artistas de todas las edades que apoyados por plantillas, carteles, calcomanías y pintura plasman en el corazón de su entorno las ideas y sentimientos que caracterizan a la vida cotidiana.

Monterrey es un importante centro cultural cuna de activistas que a través de eventos y acciones han contribuido a crear consciencia cuestionando nuestra realidad social.

Todo aquél que haya visitado nuestra ciudad ha sido testigo visual de ello. Ya que un claro ejemplo son esas paredes que gritan ante los ojos: ¡Acción poética! Leyendas impresas en fondos blancos que cautivan a través de frases cortas cómo: “Que mi alma no descanse si de amar se trata” o “Somos Instantes” esparcidas por toda la ciudad cautivando la atención por instantes y provocando sonrisas a veces la primera del día.

Es el corazón de nuestra ciudad en donde se suelen encontrar la mayor parte de las expresiones urbanas, siendo uno de los principales recintos de arte urbano una casa antigua ubicada en la calle Abasolo de Barrio Antiguo lugar conocido por aquellos amantes de las tardes apacibles como El café 13 Lunas.

Un espacio multicultural

Una tarde de verano del año pasado, nos encontramos casualmente al hacer una sesión de fotos de arte urbano en las calles de Barrio Antiguo, con un cartel hecho a mano colgado a un lado de una guitarra y sobre unas rejas verdes, este decía: “Café 13 Luna. Espacio gastronómico multicultural”.

Por curiosidad decidimos entrar claro, cámara en mano. La entrada es un pequeño espacio de aproximadamente un metro que conduce por un pasillo al principio semi oscuro, un cuadro gigante del perfil de un gnomo es quién te da la bienvenida, al recorrerlo te encuentras con manualidades hechas por corcholatas o lo que antaño era basura. Finalmente el pasillo desemboca en un amplio patio adornado por una bicicleta suspendida por cables, libélulas hechas de papel y viejos aparatos de televisión y donde mesas de plástico acompañadas de sillas que no hacen juego esperan que los nuevos clientes se acomoden para ordenar.

Tan sorprendente era el lugar que no nos dimos cuenta a simple vista de las 4 habitaciones y de la terraza en la parte alta que comprendían la extraña arquitectura de aquella casa. Pasada la sorpresa y al ver que todavía no se habían percatado de nuestra presencia decidimos entrar.

Una multitud de colores y dibujos salían de las paredes. En la primera habitación sirenas exclaman el nombre de “ 13 Lunas” y con miradas sugestivas, señalan la barra de la cocina.

Un Jim Morrison con una pequeña nota en papel azul que dice: “Estaba chavo, se me hizo fácil” es lo primero que salta a la vista.

En la segunda habitación un gran estante de libros y dibujos de ballenas en las paredes te guiñan el ojo, los muebles son antiguos sofás y cojines que comparten la relación de la diversidad de colores.

La tercera habitación tiene una gran ventana que da a la calle, alumbrada por el sol y por una guitarra adecuada como lámpara, todo el lugar se encuentra tapizado de fotos, dibujos y esculturas.

Café más crepas más terraza igual a magia

Un joven alto con acento argentino da la bienvenida, un –hola- acompañado de una sonrisa terminan por enamorarnos locamente del lugar. Sin lugar a dudas una de las características peculiares es la comida. El joven nos invita a sentarnos y rápidamente nos entrega dos menús hechos de cartón y escritos a mano. El movimiento slow es el concepto de la cocina. ¿Realmente es necesario vivir tan acelerado?, ¿Porqué no dejar que sea la vida lo que nos marque su propio ritmo? Son las preguntas que acompañan la explicación de la “comida lenta”, el menú se basa en crepas, cafés y bebidas inventadas al paso de los años por quienes han visitado el lugar.

Dulce, Carli, Jorge “El rojo” e Hiroshi son quienes se encuentran al frente del lugar, al empezar a bombardear con preguntas curiosas al chico que no atendió, exclamó tímidamente –habla con Dulce-, quién tuviera originalmente la idea del lugar.

“Este lugar nació en la primavera del 2004 y se ha ido formando por la influencia colectiva, personas que vienen al café y contribuyen dejando fotos, libros, música: el café ha subsistido en armonía gracias al ambiente de cooperación y respeto que existe entre nosotros”.

Dulce explica que los dibujos que adornan las paredes fueron contribuciones que empezaron “cuando una chica argentina pintó la primera mariposa, después Neto, Felicia, Mena y Cesar han hecho de nuestras paredes arte”.

13 Lunas, calendario maya

El nombre del lugar obedece al misticismo maya. Viene de uno del conocido cómo Tzolkin un calendario basado en el movimiento de la luna, ella con sus cuatro fases de 7 días de duración cada una conforman un movimiento armónico de 28 días por luna, lo que hace un total de 13 lunas por año o 364 días de rotación de la tierra en su órbita, dejando un día llamado día fuera del tiempo o día verde.

Este calendario o sincronizador galáctico es siempre eterno y su forma o plantilla es una estructura armónica que representa el tiempo natural, utilizando este calendario acompañamos a la naturaleza en su flujo evolutivo y ella nos acompaña a nosotros.

Recicla!

La preocupación por la naturaleza y el cuidado de ella es uno de los temas importantes en el arte del 13 Lunas, del respeto por ella viene este nombre, es así como por las habitaciones del café te encuentras con mensajes que promueven el reciclaje y la adopción de plantas. Todo el lugar es culto al reciclaje.

Los visitantes y la música

“Vienen personas de todas partes, la semana pasada estuvieron aquí unos chicos de un programa de tele de Baja California”, la voz sobre nuestro café y nosotros ya se ha esparcido por toda la república, dice con orgullo Dulce. Es así como jóvenes desfilan por el café, algunos para buscando tranquilidad para leer un libro, otros en grupo. Esta tarde entraron dos chicos, viajeros, inmigrantes de paso buscando apoyo y unas palabras de aliento.

La música del lugar que va desde sones sudamericanos hasta notas de Led Zeppelin y Jim Morrison impregnan el lugar y marcan la pauta de la atmosfera, el tiempo sin sentirlo pasa y cae la noche, nos cuesta trabajo dejar el lugar para volver a sumergirnos en la realidad de nuestras vidas aceleradas.

Sin embargo queda el consuelo del descubrimiento de un rincón donde el arte y las crepas, te reaniman y te alientan a seguir.

Urbano en Monterrey: Google Maps

Finalmente el arte no se limita a un lugar o a una calle, se encuentra difundido en cada pensamiento y en cada acción que realizamos a diario, si te interesa conocer más acerca de este movimiento, es recomendable visitar el blog, Perdida en el súper, Issa Villarreal y la fotógrafa Paola se han dedicado desde mediados del 2008 a recorrer las calles y a entrevistar a los artistas.

Puedes encontrar en Google Map, los registros de este arte que estas jóvenes han hecho. HYPERLINK "http://issa.nmty.org/arte-urbano-mty/mapa.html" http://issa.nmty.org/arte-urbano-mty/mapa.html. Así como artículos en la publicación “La Roca”, de Monterrey.

REDACCION: Artículo elaborado por Rebeca Turriza, estudiante de LMI del Tec de Monterrey, para la clase de Géneros Periodísticos Informativos. Fotos: Cindy Lozano.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario